jueves, agosto 05, 2004

UN EPÍLOGO DE AIRA

Luego de leer los dos textos anteriores, me escribe el narrador argentino César Aira lo siguiente: “En realidad Borges no es culpable. Fue él quien le habló a su cuñado Guillermo de Torre, director de La Pajarita de Papel, de ese autor checo entonces desconocido. De Torre encontró las traducciones en la Revista de Occidente, anónimas, la de La metamorfosis y dos o tres cuentos más, y decidió hacer el libro, pero como necesitaba más páginas, le pidió a Borges que tradujera algo, y Borges eligió “En la colonia penitenciaria” y otros dos (¿o tres?, no recuerdo y no tengo el libro aquí) y los tradujo en su estilo inconfundible, y además escribió el prólogo. Cuando salió el libro, De Torre le puso en la portadilla “traducción y prólogo de Jorge Luis Borges”, lo que no era mentir. Seguramente no quiso alargarlo desglosando qué había traducido Borges y qué no, sobre todo porque no tenía el nombre del otro traductor, y además quizás había tomado esas traducciones de la Revista de Occidente sin pedir autorización.
”Borges fue un buen lector muy temprano de Kafka. Un amigo mío tiene el ejemplar que le pertenecía de Das Schloss, la primera edición, de 1925, con sus anotaciones.
”Acabo de escribir un prólogo para una edición de los siete libros publicados en vida por Kafka, para una editorial de España, y fue una buena excusa para releerlo todo. Es casi demasiado grande.”
En el 2004, César Aira publicó su propia versión de La metamorfosis, con lo que el círculo se cierra: no hay ya duda alguna de que un escritor argentino tradujo a Franz Kafka.

Agosto 2004

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